Da un saludable tono moreno a tu piel: Los albaricoques son muy ricos en betacarotenos, unos nutrientes que, entre otros muchos beneficios para el organismo, dan un atractivo tono dorado a la piel. Si estas muy pálida o deseas potenciar tu bronceado todavía más, come tres albaricoques al día. De esta manera obtendrás la cantidad justa de betacarotenos que tu piel necesita para tostarse naturalmente.
Una mascarilla que borra las ojeras y las arrugas: El aceite de albaricoque es el producto cosmético que nuestras abuelas utilizaban para embellecer sus ojos. Puedes encontrarlo fácilmente en herboristerías y tiendas de belleza natural. Mezcla tres cucharadas de aceite con dos cucharadas de cera recién fundida y una cucharada de miel. Remueve bien y, cuando esté tibio, aplícalo con la yema de los dedos sobre los ojos cerrados. Estírate y deja que actúe durante un cuarto de hora. Es importante que estés bien relajada. Una vez pasado este tiempo, limpia los ojos con agua tibia.
Contra las estrías: El aceite de albaricoque también resulta muy eficaz para mejorar el estado de las estrías y prevenir su aparición. Se aplica sobre las zonas susceptibles de sufrirlas mediante un suave masaje circular, como si se tratara de la hidratación corporal. Aplicado a diario, este aceite hidrata la piel y la deja más elástica.