UNA BOMBA CONTRA EL INSOMNIO– Para luchar contra la falta de sueño mi abuela empezaba aconsejando manzanilla, seguía con tila, continuaba con el espliego y, cuando ya había agotado todas las posibilidades, lo intentaba con Ia pasiflora, una auténtica bomba contra el insomnio. Prepara una infusión de pasiflora añadiendo una cucharadita de esta hierba en una taza de agua caliente. Deja reposar cinco minutos y filtra. Toma una taza antes de irte a dormir y otra algo más tarde, si no logras conciliar el sueño.
SAQUITOS “SOMNÍFEROS”– Mi abuela confeccionaba saquitos de algodón en los que introducía dos puñados de flor de lúpulo. Después colocaba el saquito bajo a almohada del insomne y le deseaba dulces sueños. A día siguiente, se levantaba como nuevo.
COMER PARA DORMIR– Si a un vaso de leche vegetal le añades una pizca de canela y una cucharada de miel, dormirás mucho mejor. Lo mismo ocurre con la lechuga. Hierve cuatro hojas durante dos minutos, filtra y bébete el caldo. La lechuga resulta idea para cuando los nervios no te dejan pegar ojo.