Contra la “papada”: La cebolla resulta muy útil para eliminar la grasa localizada. Si te preocupa la “papada” o el doble mentón, haz como nuestras abuelas y recurre a los emplastos de cebolla asada. Tan sólo tienes que cortar unas rodajas muy finas de cebolla, asarlas ligeramente en el horno y colocarlas sobre el cuello durante unos diez minutos. A continuación, lava la zona con agua muy fría y, sobre todo si tienes la piel delicada, aplícate una crema hidratante. Si eres constante, la papada desaparecerá.
Cabello brillante: La cebolla es muy beneficiosa para el pelo corta una cebolla a cuartos y échala, junto a tres cucharadas de ortiga seca, en medro litro de agua caliente. Deja en reposo durante media hora y filtra. Utiliza el líquido frío para enjuagar el cabello después de lavarlo. No te preocupes por el olor, la ortiga neutraliza el penetrante (perfume) de la cebolla.
Combatir la celulitis: La cebolla es un excelente depurativo del organismo. Tomada con regularidad, elimina las toxinas y previene a retención de líquidos y la acumulación de gases Para beneficiarnos de sus efectos, debes tomar una cebolla cruda, en ensalada o como entrante, preferiblemente a diario. Para suavizar su sabor, puedes aliñarla con un poco de aceite de oliva y zumo de limón
Baño suavizante de cebolla: Hierve ¼ kg de cebollas en dos litros de agua y añade e líquido resultante, junto con un vaso de aceite de oliva, al agua de tu baño. Conseguirás un auténtico tratamiento de belleza, ya que la cebolla desintoxica y suaviza la piel, dejándola limpia y suave como el terciopelo. Date una ducha con agua tibia después del baño para estimular la circulación.