Hojas de col contra las hemorroides: Para desinflamar y aliviar el dolor que producen las hemorroides externas, puedes preparar el siguiente apósito. Consiste en untar varias hojas de col con miel y colocarlas directamente sobre el ano. Puedes fijarlas con una gasa, compresa o similar. Deja que actúen durante toda una noche. No te olvides de la miel, pues las hojas de col solas pueden resultar irritantes.
Licuado para la acidez de estómago: El jugo de col es un remedio mucho más eficaz para esta dolencia que el clásico vaso de leche. Se prepara pasando por la licuadora unas cuantas hojas de col (incluidas las nervaduras). Para mejorar su sabor, puedes mezclarlo con zumo de zanahoria y manzana. Toma dos o tres cucharadas de este zumo a diario o más cantidad si la acidez es muy acusada.
Cataplasma para el dolor de riñones: Las cataplasmas de col son un remedio muy popular contra esta dolencia. Se elaboran machacando con un rodillo de cocina las hojas de col y aplicándolas directamente sobre la zona de los riñones. Para potenciar su acción, puedes colocar sobre la col un trapo de algodón o de lino. Deja que actúen durante una hora como mínimo cada dos días durante quince días.
Col contra la resaca: La col resulta muy útil para minimizar los efectos negativos del alcohol en el organismo, tanto antes como después de beber. Si decides hacerlos antes, tan sólo tienes que tomar una ensalada con hojas crudas de col antes de la ingestión de alcohol. Si lo que deseas es aliviar los síntomas de la resaca, puedes tomar el caldo que se obtiene de cocer la col.