Piel irritada y con eccema: Antiguamente, nuestros antepasados calmaban el picor de los eccemas con el siguiente ungüento natural Consistía en mezclar dos cucharaditas de nuez moscada recién rallada con el agua tibia necesaria para preparar una pasta consistente pero suave. A continuación, se aplicaba sobre la zona afectada sin frotar demasiado. Resulta ideal para las pieles delicadas que sufran frecuentes eccemas e irritaciones cutáneas.