Ungüento contra el dolor de cabeza: El orégano es una planta con poder calmante y la mejor forma de aprovechar sus virtudes es con este eficaz ungüento. Se aplica sobre las sienes cuando el dolor de cabeza empieza a atacar. ¡Es mano de santo!
Necesitarás: 50 gramos de orégano fresco, 250 gramos de vaselina.
1- Mezcla el orégano y la vaselina.
2- Caliéntalo al baño María y a fuego lento durante una hora.
3- Pásalo por una muselina y embotéllalo.
Baño de orégano contra el dolor muscular: El poder analgésico de esta planta es capaz de aliviar muchos dolores musculares. Las abuelas aconsejaban bañarse con agua de orégano cuando se tenía el cuerpo dolorido. Para preparar estos baños tan sólo tienes que echar 100 gramos de orégano en un litro de agua, hirviendo. Filtra a los diez minutos añade esta infusión al agua del baño. Un cuarto de hora en este baño te dejará perfecto.
Cigarrillos de orégano para la tos del fumador: Antiguamente, la tos de fumador se curaba fumando. Eso sí, fumando unos cigarros muy especiales. Se preparaban liando hojas de orégano secas y finamente picadas. El aroma de esta planta no sólo aliviaba la tos sino que llenaba el ambiente de un agradable aroma.