Aceite de avellano para la piel seca: El aceite de avellano es extraordinariamente hidratante y se puede utilizar, solo o mezclado con otros elementos, como crema hidratante o desmaquilladora. Puedes prepararlo tú misma en casa, majado en un mortero un puñado de avellanas peladas y crudas y extrayendo su aceite pasando la pasta obtenida por un tamiz. Aplícalo con un algodoncito en las zonas más secas (evítalo si tienes la piel mixta, grasa o con acné).
Tónico facial de avellano: La infusión de hojas de avellano es astringente. Aplicada sobre la piel, absorbe el exceso de grasa de la piel y cierra los poros dilatados. Se puede aplicar después de la hidratante. Se prepara añadiendo una cucharadita de la planta en una taza de agua caliente y filtrando a los tres minutos.