Las “buenas grasas” que contienen las aceitunas resultan muy beneficiosas para el organismo y también para la piel. Si tienes problemas de sequedad cutánea o empiezas a acusar los primeros síntomas del envejecimiento (arrugas, flacidez, etc), come a diario una pequeña cantidad de aceitunas, cuanto más naturales y menos condimentadas, mucho mejor. En poco tiempo, tu piel resplandecerá.