Adelgazar de cintura para abajo: La ciruela fresca evita que la grasa se acumule en el cuerpo, muy especialmente en zonas tan conflictivas como el abdomen, las caderas, los glúteos y los muslos. Para beneficiarte de sus virtudes, basta con tomar, en ayunas y a diario, un buen vaso de zumo casero de ciruelas frescas Si, además, tomas dos o tres ciruelas entre comidas durante e día el efecto será todavía mayor.
¿Manchas, arrugas, acné? ¡Necesitas una piel nueva!: Hoy en día están muy de moda las cremas con ácidos frutales (AHA), unas cremas casi milagrosas que renuevan la piel. Nuestras abuelas, que eran muy sabias, ya sabían que las mascarillas de frutas resultaban muy eficaces para la piel del rostro. Si quieres prepararte tu propia mascarilla de ácidos, tan sólo tienes que hacer lo siguiente. Se trata de licuar un par de ciruelas frescas maduras y mezclarlas con un poco de leche para que quede un liquido cremoso. Aplica este tónico natural con un algodoncito y acláralo un cuarto de hora después con agua. Los ácidos de la ciruela renuevan la piel, eliminando granitos, manchas y arrugas superficiales.