Las hamburguesas pueden convertirse en un plato saludable y nutritivo. La clave está en utilizar una materia prima de calidad y aprovechar su gran aceptación para incorporar alimentos que no coman a menudo. Por ejemplo, puedes mezclar la carne picada -¿has probado la de caballo, riquísima en hierro, o la de avestruz, con menos colesterol que el pollo?- con daditos de zanahoria, maíz dulce, etc. Otra buena idea es preparar hamburguesas de pescado, desmenuzando merluza cocida, por ejemplo, ligando la masa con huevo y prensándola con guisantes y queso rallado. Unta el pan con un sofrito o una mayonesa casera, añade lechuga o láminas de calabacín al horno y, como no, una loncha de queso para fundir.