Cubiertos como nuevos: No tires el agua de cocer las patatas, es un producto muy eficaz para abrillantar tus cubiertos.
Encajes y puntillas: Si necesitas almidonar tus encajes no tienes almidón, el agua de cocer las patatas puede sustituirlo.
Brezo siempre fresco: Para que tus ramas de brezo no se pudran, clávalas en una patata cruda.
Figuras de escayola: La escayola, al ser muy porosa, acumula mucho polvo. Para devolverle su aspecto original, puedes lavarla con el agua de cocer patatas. Aplícala con un pince’ y deja que se seque. Retíralo en cuanto el almidón empiece a descascarillarse.
Alisar la mascarilla: Alisar la masilla con los dedos no siempre es una buena idea, ya que corremos el riesgo de que se nos pegue a la piel y no quede uniforme. Una forma muy sencilla de hacerlo es pasando por la masilla un trozo de patata. Para un mejor resultado, el trozo debe ser ancho y fino (el mismo corte que practicarías para hacer patatas fritas).
Adiós a las malas hierbas: Cuando las hierbas son muy numerosas, podrás eliminarlas regándola con el agua de cocer patatas.