Amiga del corazón: La escarola evita la acumulación de grasa en las arterias. Es, por lo tanto, un buen preventivo contra el colesterol “malo”, la hipertensión arterial y algunos problemas cardiovasculares como el infarto de miocardio o la apoplejía. Para beneficiarnos de sus efectos basta con tomar ensalada de escarola de dos o tres veces a la semana.
La verdura de la buena vista: La escarola es muy rica en vitamina A, una vitamina muy útil a la hora de proteger la visión. Tanto si deseas mantener tu buena vista como si quieres combatir problemas como la miopía o la mala visión nocturna, confía en ella.
Evitar el riego de anemia: Para prevenir la anemia, tan importantes son los alimentos ricos en hierro como los que ayudan a asimilar este mineral. La escarola pertenece a este segundo grupo ya que, tomada con frecuencia, ayuda a que el organismo absorba sin problemas el hierro que le proporcionan la carne roja, las legumbres, etc.
Huesos y dientes fuertes: La escarola también es rica en minerales, muy especialmente el calcio. Esta circunstancia la convierte en un alimento muy valioso a la hora de mejorar el estado de los huesos y los dientes. Por esta razón es tan importante que los niños y las mujeres que hayan entrado en la menopausia coman escarola con frecuencia.
Estimular la circulación: Otra de las muchas virtudes de la escarola es la de estimular la circulación sanguínea. Es, por tanto, un alimento aconsejado en caso de varices, hemorroides y mala circulación en general.
Una buena digestión: La escarola, como todos los alimentos amargos, es muy digestiva. Resulta excelente para desintoxicar el intestino, previniendo, de esta manera, muchas enfermedades intestinales. También ayuda a combatir los trastornos digestivos.