Próstata sin problemas: Si ya estás en la edad en la que la próstata empieza a dar problemas, no está de más que tomes medidas para evitar complicaciones. Siempre que comas sandía, mastica unas cuantas de sus semillas. Las “pipas” de este fruto, por su riqueza en zinc, son un excelente preventivo para mantener alejado este frecuente mal.

Depura tu organismo con sandía: Comer sandía a diario es la mejor forma de lavar nuestro organismo por dentro. Si sufres estreñimiento, tienes unos kilos de más o, simplemente, te sientes “intoxicado”, regala a tu cuerpo una cura de sandía. Consiste en tomar para desayunar y después de cada comida, un par de buenas tajadas de esta fruta. Ya verás cómo, después de una semana, empezarás a notarte mucho mejor.

Parásitos intestinales: La infusión de pepitas de sandía es un antiguo remedio para eliminar lombrices. Se prepara echando un puñado de semillas en agua y cociéndolas hasta obtener un líquido espeso de sabor dulzón. Tomar a diario mientras duren las molestias.

Sandía contra el estrés: En medicina china, la sandía es considerada un buen remedio contra los sentimientos de ira e irritabilidad. No es ninguna tontería. Y es que la pulpa de este fruto resulta ligeramente sedante y ayuda a superar los momentos puntuales de tensión nerviosa y estrés. Si últimamente te notas algo irritable, come sandía.