En el embarazo y la lactancia: Las castañas son un alimento muy recomendado en el embarazo. Además de resultar muy energéticas, ayudan a que, una vez haya nacido el niño, la producción de leche sea mayor. Por eso también se recomiendan durante la lactancia.
Ayuda contra el insomnio: Antiguamente, había la costumbre de tomar dos o tres castañas antes de dormir para conciliar el sueño. Actualmente, se ha descubierto que la castaña contiene triptófano, un aminoácido que relaja y predispone al sueño.
Hemorroides fuera: El consumo habitual de castañas también ayuda a tener a las hemorroides bajo control. Al estimular la circulación sanguínea, mejora el estado de las venas y previene la formación de coágulos. Como las castañas crudas resultan algo indigestas, es mucho mejor tomarlas asadas o a la parrilla.
Un buen alimento para la tercera edad: El puré de castañas es un riquísimo plato otoñal que, además, resulta muy digestivo y nutritivo. Por todas estas circunstancias, este puré resulta muy adecuado para la dieta de la tercera edad.
Estrés físico y mental: Las castañas son ricas en vitamina B y fósforo. Por esta razón, resultan muy eficaces para mantener el sistema nervioso en buenas condiciones. En épocas de intenso cansancio físico y mental, las castañas son el mejor tentempié. Toma dos o tres por la mañana y otras tantas por la tarde y te sentirás mejor.