Si andas fastidiado del riñón: El calabacín sirve de gran ayuda para depurar el sistema renal. Si tienes algún problema con este órgano, toma a diario jugo de calabacín. Licúa la cantidad necesaria para obtener un vaso y toma el jugo en ayunas, antes de desayunar. Este jugo limpiará en profundidad este órgano. Tu riñón te los agradecerá con creces.
Huesos fuertes con calabacín: Si tienes problemas con tus huesos, desde la temida osteoporosis hasta las frecuentes artritis o la artrosis, incluye el calabacín en tu dieta Y es que esta sana hortaliza ayuda a prevenir las enfermedades degenerativas de los huesos que aparecen, sobre todo, en edades avanzadas. Un calabacín al día es la cantidad recomendada para ello. Tanto da que lo tomes crudo, hervido o rebozado. El efecto será el mismo.
El laxante más suave: Otra de las mucha cualidades de calabacín es la de combatir el estreñimiento. Para ello hay que prepararlo al estilo chino, es decir, hervido únicamente durante dos o tres minutos para que no pierda su firmeza. De esta manera conservará toda su fibra.
Rendir más con calabacín: Cuando prepares tus platos de calabacín, no retires la piel. Y es que es precisamente ahí donde se encuentra la mayor parte de sus vitaminas, muy especialmente la vitamina E, imprescindible para mantenernos en buena forma física y psíquica. Gracias a esta vitamina, rendirás mucho más en tu trabajo y en tus estudios.