Cardos contra el colesterol: El cardo es uno de los remedios naturales más apreciados que existen para disolver la grasa. Para beneficiarse de sus efectos, conviene tomar con regularidad (unas dos o tres veces a la semana) las pencas hervidas de esta saludable verdura. No tires el caldo obtenido de la cocción, ya que también tiene excelentes propiedades terapéuticas.

Ensalada aperitiva: Con las pencas de cardo crudas se pueden preparar riquísimas ensaladas que, además, te ayudarán a abrir el apetito. Aliñados con una vinagreta ligera, los cardos te sentarán de maravilla y mejorarán tu digestión.

Hígado en buenas condiciones: Esta planta, por si fuera poco, es también un excelente remedio contra las molestias del hígado. En este caso, debe tomarse la decocción de sus hojas. Puedes prepararla echando una cucharada grande de hojas de cardo secas y troceadas en medio litro de agua. Ponlas a cocer durante diez minutos y fíltralas. Puedes tomar el líquido obtenido a lo largo del día en dos o tres tomas distintas. Su sabor es algo amargo, por lo que te recomendamos endulzarlo con una cucharadita de miel.

“Arenilla” en el riñón: El cardo es también un excelente diurético, útil para depurar el aparato urinario y para combatir la formación de la arenilla. Como prevención, puedes comer con regularidad los cardos hervidos. Si la arenilla ya ha aparecido, obtendrás una acción más intensiva si tomas las hojas de cardos en decocción.