Un buen alimento para las embarazadas: Las pipas de girasol contienen un alto nivel de calcio, fibra, vitamina E y ácido fólico. Todo este cóctel de nutrientes hace que sean un alimento ideal para los niños, convalecientes y mujeres embarazadas. Además de tomarlas como tentempié, pueden añadirse (también las venden ya peladas) a las ensaladas o platos de crudités.
Alivio para los resfriados: Si estas “como una sopa”, alíate con las pipas de girasol. Puedes comer un puñadito de ellas entre comidas o bien prepararlas en infusión. Hierve un puñado de pipas en medio litro de agua durante 20 minutos. Toma dos tazas al día y te sentirás mucho mejor. Esta tisana también se utiliza para limpiar el riñón.
Milagro contra la afonía: Si te encuentras afónico, puedes friccionar tu cuello con una buena cantidad de aceite de girasol. Masajea bien el cuello con este aceite y, a continuación, cubre la zona con un pañuelo o bufanda suave. Repite la operación dos veces al día y pronto notarás la mejoría.