
Reduce el presupuesto y gana salud
Se trata de uno de los derivados de los cereales más ricos en vitamina E, un nutriente que retrasa el deterioro de los tejidos y el avance de las arrugas. Incluir este alimento en la despena es una forma muy barata de conseguir buenas dosis de esta vitamina, que abunda en los aceites de calidad, los frutos secos o la fruta desecada.
Regula el apetito
Si utilizas harina integral cuando prepares bases de pizza, rebozados, crêpes, etc. conseguirás que todas estas preparaciones resulten más saciantes. No en vano, contiene casi tres veces más fibra que su equivalente refinado.
Aleja el estrés y el cansancio
La harina de trigo integral multiplica por seis el aporte en magnesio de la blanca, un detalle que las personas que acusan cierto nivel de estrés, se encuentran cansadas o bajas de ánimo y padecen estreñimiento no pueden pasar por alto.
No más resfriados este invierno
Una sola cucharada de este alimento aporta una décima parte del hierro y el zinc que requerimos a diario, dos minerales que fortalecen nuestras defensas.
Una inyección de energía
Por su contenido en potasio y vitamina E, la harina de trigo integral ayuda a reducir la tensión arterial alta y mejora el estado de los vasos sanguíneos de las personas hipertensas o con colesterol alto.
Reduce la factura del dentista
Si mezclas la harina refinada con la integral en la elaboración de recetas dulces- magdalenas, bizcochos, etc.- frenarás el impacto de azúcar en los dientes. La fibra presente en este alimento es el responsables de disminuir el riesgo de caries.