EL TRUCO DE LA LECHE– “Tómate un buen vaso de leche”, me decía mi abuela cuando me veía sentarme en una silla con cara de pocos amigos y le decía que volvía a tener esa extraña sensación que produce la acidez. Mi abuela era partidaria de que me tomara la leche más fresca que pidiera encontrar y si podía ser recién ordeñada y acababa de hervir, aún mejor. La leche tiene un gran poder para neutralizar la acidez de estómago momentáneamente.
PIÑA NATURAL PREVISORA– Y como mi abuela era de aquellas que siempre repetían una y otra vez aquello de “más vale prevenir que curar”, siempre me decía que tomara como postre piña natural, no de la que se comercializa ya cortada y en almíbar. Me recomendaba que me tomara un buen trozo de esta fruta o que me hiciera un zumo.
CAQUIS TODO EL DÍA– Cuando la acidez de estómago es muy persistente conviene echar mano de los caquis o palosantos. Mi abuela recomendaba tomar tres caquis al día media hora antes de cada comida.