¡SABOREA EL JENGIBRE!– El recetario popular también tiene remedios para este problema, tan sencillos que casi te parecerán imposibles. Lleva siempre en el bolso un trozo de raíz de jengibre y saboréala mientras haces el viaje. Y si alguna vez debes marcharte con prisas y descubres que te has quedado sin esta preciada planta que en tiempos medievales se creía que procedía del Jardín del Edén, no te preocupes, ya que también puedes recurrir a chupar la corteza de un limón.
DULCES PARA LOS PEQUES– A los niños también se les puede dar raíz de jengibre, pero como tiene un sabor que no todos podrán aguantar, te proponernos otro remedio que seguro les va a encantar: los caramelos de miel. Está comprobado que si los niños comen estos dulces mientras van en coche, el mareo pasa de largo. Aunque… te aconsejamos que no atiborres a tu pequeño de caramelos, ya que el remedio puede ser entonces peor que la enfermedad, como dice esta popular expresión. Piensa en sus dientes y en la caries.