CON UN PUÑADO DE LINAZA– Uno de los remedios más tradicionales para los <riñones es la decocción de linaza. Se prepara hirviendo un puñado de semillas de linaza en medio litro de agua. Se filtra a través de un paño muy fino, apretando bien para que se desprenda la gelatina de estas semillas, y se toma un vaso dos veces al día. La decocción de linaza es toda una bendición para los riñones sensibles.
BIGOTES DE GATO– El ortosifón o té de Java recibe el nombre popular de “bigotes de gato” por sus largos estambres. Con las hojas secas de los bigotes de gato se realiza una infusión muy eficaz para combatir la mayoría de problemas relacionados con el riñón, como los cálculos o la molesta cistitis. Toma dos o tres tazas al día y notarás mejoría.
PAÑOS CALIENTES– Un remedio tradicional para aliviar el dolor de riñones en general es colocar sobre la zona afectada un paño bien caliente, pero que no queme, durante una hora. Renueva la aplicación tantas veces como sea necesario.