LECHE O CEBADA DE PIES A CABEZA– Toma nota: hierve medio litro de agua con 3 o 4 puñaditos de cebada y, con la ayuda de un paño, unta todo el cuerpo del enfermo con este líquido. Si no tienes cebada a mano, recurre, como también hacían nuestros antepasados, a la leche fresca recién ordeñada y aplícala directamente sobre el cuerpo, desde los pies hasta la cabeza.
LAVANDA PARA LOS PIES– Otro remedio extremadamente efectivo para la fiebre es masajear los pies con aceite de eucalipto o de lavanda. Y en cuanto tengas controlada la situación de forma externa, da a tomar al enfermo, tres veces al día, el agua de haber dejado reposar una pizca de milenrama, eupatorio y pimienta de Cayena, que estimulan la sudoración y reducen la fiebre. En el caso de que el que tenga fiebre sea un niño, dale una tisana mucho más suave y agradable a su paladar infantil: la de hibisco con limón.