EL REMEDIO MÁS DULCE– Nuestras abuelas escondían en su sabiduría un excelente remedio para calmar el dolor que produce la inflamación de la mucosa estomacal: chupar regaliz (abstenerse hipertensos). Así de sencillo. Esta planta tiene efectos antiinflamatorios y, por tanto, calmantes. Además, ¿a quién le amarga un dulce? “Si todos los remedios fueran tan dulces como éste…”, solía decir mi abuela.
REMOLACHA Y ZANAHORIA– Pero como el regaliz no podía hacerlo todo, mi abuela recomendaba que el que padecía gastritis se tomara cada día en ayunas un vaso de zumo de remolacha y de zanahoria a partes iguales. Para que tuviera mayor efecto sobre el estómago, convenía tomarlo a pequeños sorbos, sin prisa, que las prisas no son buenas y menos para el estómago.
Y DESPUÉS DE COMER…– Y para después de las comidas es muy aconsejable tomar una infusión de menta o anís cuyas propiedades curativas de los problemas digestivo están mas que probadas. Conviene poner cada vez en una taza de agua hirviendo una cucharada de una de las dos hierbas.