NUECES ANISADAS– Nuestras abuelas tenían debilidad por preparar un dulcísimo remedio cuando alguien sufría un cólico o un fuerte dolor de barriga, aunque no apto para los niños, ya que contiene alcohol: nueces maceradas con anís. Ponía en un plato unas cuantas nueces sin cáscara, por supuesto, les echaba por encima un chorro de anís, las dejaba macerar una media hora y ya se podían tomar. La combinación de las nueces y el anís (sin abusar) ganan la batalla al dolor de barriga.
TISANA VARIADA– Para el cólico, nuestras abuelas también tenían siempre a punto una mezcla de hierbas bien desmenuzadas (laurel, melisa, tilo, salvia y menta a partes iguales). Conviene tomar una infusión después de cada comida.
TOMATE Y AMAPOLAS– Además de estos remedios, antiguamente se utilizaba una cataplasma para calmar los dolores del cólico. Se ponía a hervir durante diez minutos un tomate hermoso y varios pétalos de amapola. En esta agua caliente debe empaparse el paño que se coloca sobre la zona dolorida.