OLMO ROJO PARA SUS ENCIAS– Esta es una de las maneras que tiene un niño de corta edad de quejarse cuando le están saliendo los dientes de leche. Las abuelas solían preparar a sus bebés una pasta de polvo de olmo rojo y agua de manzanilla que, al aplicarla sobre las encías doloridas, las calmaba totalmente. La pasta se consigue preparando primero una infusión con una cucharadita de manzanilla en una taza de agua hirviendo que, tras diez minutos de reposo, se filtra y se reserva para, una vez templada, mezclarla bien con dos cucharaditas de polvo de olmo rojo. Con extrema higiene, y siempre después de haberte lavado muy bien las manos, coge un poco de esta pasta con tu dedo índice y fricciona la encía de tu bebé. Verás cómo se tranquilizará poco a poco.
TORONJIL EN EL BIBERÓN– Y para hacer más llevadera la salida de sus dientes también puedes darle alguna infusión de toronjil o verbena, ya sea con la ayuda de una cuchara o introduciéndola en su biberón Estas hierbas conseguirán que tu bebé esté menos irritado y duerma mucho mejor mientras le salen los dientes.