AMOR DE HORTELANO… QUE REFRESCA– El algodón en cuestión estaba empapado en el agua que mi abuela preparaba con una hierba llamada Amor de hortelano, muy utilizada desde siempre para combatir el sudor excesivo. Siempre preparaba un litro de agua con un puñado de esta planta y, después de hervirlo a fuego lento durante 20 minutos, lo filtraba. Una vez frío, acudía a él tantas veces como le hacía falta. Decía que era su desodorante natural. Hoy en día, en vez de utilizar el algodón, resulta mucho más cómodo usar un pulverizador.
FRICCIONES DE LIMÓN– Otro desodorante natural muy utilizado desde antaño es el limón, con cuyo zumo, diluido al 40% con agua, se preparaba una loción refrescante. Con esta loción se daban fricciones por todo el cuerpo (excepto en las heridas).
CLOROFILA CONTRA EL OLOR– Además de estos trucos externos para combatir el sudor, mi abuela siempre decía que era importante “comer” clorofila, para matar las bacterias que originan el mal olor. La clorofila se encuentra en vegetales de color verde oscuro.