ZUMOS DE FRUTA– Para prevenir la formación de esos pequeños capilares rotos y eliminar los ya existentes, las abuelas recomiendan tomar a diario zumos caseros de frutas, preferentemente de naranja, manzana, pera o melocotón. No tan agradables, pero igual o más efectivos, son los jugos vegetales de col, espinacas, berros o tomates. Todos estos alimentos, tanto frutas como verduras, tienen las vitaminas necesarias para conseguir unos capilares fuertes. El zumo de berros, además, se puede aplicar directamente sobre la piel.
“CARA DE ACELGA”– Si tienes la cara especialmente enrojecida, pásate un algodón empapado en zumo de acelga licuada y mezclada con un poco de agua. Aunque parezca mentira, el zumo de acelga aliviará el problema en poco tiempo.
MASCARILLA DE LA ABUELA– Aplícate esta mascarilla una vez la semana. Mezcla una cucharadita de huevo batido y la misma cantidad de levadura de cerveza, germen de trigo y aceite de germen de trigo. Aplica y deja que actúe durante quince minutos.