LAS BUENAS TISANAS DIGESTIVAS– Si comes lentamente, masticando bien los alimentos y no te excedes en las cantidades, tu estómago estará más que agradecido. Si, además coronas la comida con una buena tisana digestiva, te sentirás de maravilla. Una infusión deliciosa y muy digestiva es la tisana de menta y naranja. Consiste en mezclar cuatro hojas de menta fresca, una hoja de salvia y media cucharadita de corteza de naranja rallada. Se añade un cuarto de litro de agua hirviendo y se deja reposar tres minutos Filtra y toma sin edulcorar.
CURA DE ALMENDRAS– Si tienes el estómago delicado, tendrás que recurrir a métodos más contundentes. Esta cura de almendras, receta especial de mi abuela, es todo un regalo para el sistema digestivo. Consiste en licuar cuatro o cinco almendras frescas, una rama de apio y dos zanahorias. Bebe este zumo antes de las comidas.
CONTRA EL DOLOR– Si eres propenso a sufrir dolor de estómago, hierve una cebolla en leche y tómalo todo bien caliente. Es un remedio momentáneo para los estómagos en apuros.