LA AYUDA DEL MAR– Una de las principales causas del bocio inactivo es la falta de yodo en la alimentación. Mi abuela, que vivía muy alejada del mar y no podía beneficiarse del yodo que contiene el pescado fresco, recomendaba incluir en la dieta alimentos de interior ricos en este mineral, como el calabacín, las espinacas, las cebollas, los ajos, las setas, el arroz integral, los espárragos, el apio, las acelgas, las ciruelas, los dátiles y las judías.
INFUSIONES CON YODO– Paralelamente a un alimentación rica en yodo, hay tres plantas que también pueden hacer mucho para mantener las tiroides en buenas condiciones. Se trata de la equinácea, la ortiga y el diente de león. Dos infusiones al día de cualquiera de estas tres saludables hierbas te servirán de gran ayuda.
LA AYUDA DE LAS ALGAS– Las algas son, evidentemente, de los alimentos más ricos en yodo que existen. En las herboristerías dietéticas encontrarás laminas o bien comprimidos de mezclas de algas especialmente formuladas para este fin, como la mezcla agar agar.