LA DIETA DE LA ZANAHORIA– Algunas personas son como lechuzas y son capaces de orientarse en la oscuridad. Para ser como ellos, nada mejor que seguir lo que mi abuela llamaba “la dieta de la zanahoria” y que no era otra cosa que una dieta rica en vitamina A. Esta vitamina, responsable de la buena visión nocturna, la encontrarás, evidentemente, en la zanahoria, pero también en los albaricoques, los melocotones, el aceite de hígado de bacalao, la yema de huevo y la leche.
COLIRIO NATURAL– Hay una serie de plantas que te ayudarán a mejorar tu visión nocturna. La infusión de ruda es, quizás la más eficaz. Prepara una infusión añadiendo media cucharadita de esta planta en una taza de agua hirviendo. Filtra y, cuando se enfríe, aplica una gota en cada ojo una vez al día.
OJOS ENROJECIDOS– Hay personas que, al caer la noche notan los ojos enrojecidos y sensible. Si este es tu casa realiza este ejercicio consiste en cerrar los ojos y pasear sobre ellos con la mano ahuecada durante un par de minutos.