LA CURA DE POLEO– Para “llamar” a una regla ausente, mi abuela nos recomendaba lo que ella llamaba “la cura de poleo” y que consistía en tomar, cada cuatro horas, media taza de infusión templada de esta planta durante cinco días. Era un remedio contundente que rara vez fallaba. Otro preparado que daba muy buen resultado era tomar, a pequeños sorbos, un té bien caliente al que se había añadido un buen trozo de canela en rama.
A LARGO PLAZO– Para que esta situación no se repita, recurre al sauzgatillo. una planta que te ayudará a conseguir unos períodos más regulares. Toma dos infusiones al día quince días antes de la fecha prevista para la regla. Descansa quince días y repite el proceso.
VINO DE ARTEMISA– Y por último, la receta preferida de la abuela. Añade tres cucharadas soperas de la mezcla de artemisa, romero, menta y salvia en un litro de vino moscatel. Deja en maceración durante nueve días y filtra. Toma una cucharadita en ayunas durante diez días.