AGUA FRÍA, PIEL JOVEN– Mi abuela siempre decía que lo mejor para los brazos era lavar la ropa en la fría agua de lavadero. Como seguro que no estás dispuesta a renunciar a la comodidad que te proporciona Ia lavadora, te recomendamos que, en lugar de lavar la ropa a mano, estimules tus brazos con una ducha diaria de agua fría. El agua fría tonifica los músculos y reafirma la piel.
MASCARILLA DE MIEL– Las mascarillas no sólo se utilizan para embellecer la piel del rostro, también resultan muy útiles para tratar otras partes del cuerpo como los brazos. Haz una mascarilla mezclando una cucharada de miel, una cucharada de aceite de oliva y una yema de huevo. Se aplica pasta sobre los brazos y se deja que actúe durante un cuarto de hora. Se aclara con agua fría y listo. Conseguirás una piel hidratada y flexible.
EL MILAGRO DE LA LETRA E– A la vitamina E también se le llama la vitamina de la juventud, porque mantiene la piel firme y sin arrugas. La encontrarás en la leche, los huevos y el arroz integral.