MANZANA ¡UNA BENDICIÓN!– Una de las curas más frescas y agradables que puedes regalarle a tus ojos es el apósito de manzana. Consiste simplemente en rallar una manzana, ponerla entre dos gasas y colocar el apósito sobre los ojos durante un cuarto de hora. La manzana refresca los ojos y elimina la congestión y la irritación.
RODAJAS DE PATATA– Más rápido todavía es el método de la patata. Tan sólo tienes que cortar dos rodajas muy finas de patata cruda y colocarlas sobre los ojos. Mantente con ellas puestas durante unos veinte minutos. Otra versión de este mismo truco es rallar la patata y colocarla, al igual que la manzana, entre dos gasas. Las dos son igual de efectivas.
COMPRESAS FRÍAS– La aplicación de frío es muy eficaz para tratar los ojos cansados. Mi abuela la preparaba las compresas envolviendo un trozo de tela de algodón con una gasa. Lo sumergía en agua muy fría, casi helada, y, después de escurrirlo, lo colocaba sobre los ojos durante unos veinte minutos. El alivio era prácticamente instantáneo.