
BLANQUEADAS” CON AGUA O PATATA– Ml abuela, que las heredó de su madre, se quitaba las ojeras poniéndose paños humedecidos en agua fría o incluso directamente patata bien machacada. Los paños los iba cambiando conforme se calentaban y la patata se la dejaba hasta que se secaba del todo.
“BAÑOS” DE CEBADA– Otro remedio que mi abuela ponía a menudo en práctica para combatir las ojeras y aliviar los ojos cansados era lavárselos con infusión de semillas de cebada. En una taza con agua hirviendo echaba una pizca de semillas de cebada y tras dejarlo reposar unos cinco minutos, filtraba y, cuando estaba tibia, se lavaba los ojos con un paño de algodón bien limpio.
LÍQUIDOS Y MÁS LÍQUIDOS– Por último, vigilaba siempre su alimentación, ya que decía que las ojeras salían porque el organismo estaba falto de agua. Y se bebía algo así como dos litros cada día de agua, infusiones, zumos… La infusión de perejil le encantaba y, además, está muy indicada para combatir las ojeras. Abstenerse embarazadas.